Niño Salas
El Niño Salas fue el nombre artístico de Antonio Pérez Blanco. Nació en Sevilla el 9 de febrero de 1905, calle Ciego, número 7. Con tan solo nueve años cantó en el teatro Novedades, siempre acompañado por su padre, donde conoció a Pepe El Pinto, El Carbonerillo, entre otros muchos otros artistas de la época.
Con nueve años, durante nueve meses, estuvo cantando en Badajoz (Extremadura), con el guitarrista Manolo de Badajoz.
Siempre se consideró un profesional, pues su vida, sin lugar a dudas, fue el cante.
El cantaor preferido de El Niño Salas era El Niño de Marchena porque cantaba “mu malamente”, (ironizaba en la entrevista), luego corrige la broma y apunta que no se podía cantar mejor. Curiosamente le unía una gran amistad con José Tejada “El Niño de Marchena”.
Tuvo numerosas participaciones y actuaciones a lo largo de su vida, prueba de ello el archivo gráfico que compartimos en el apartado de carteles. Al margen, afirma que el cantaor cantó en la Sacristía, en las Siete Puertas. Antonio Sanlúcar le acompañó en “Las Ventas” de Jerez.

Antonio Pérez Blanco
“Niño Salas”
Vivía en convivencia con otros cantaores reconocidos, de hecho, era vecino de El Niño de Fregenal y de Antonio Moreno, con los que echamos unos ratos de cante y de charla. Gracias a la existencia de estas convivencias los cantaores aprendían estilos, historias flamencas y compartían conocimientos.
No recuerda en qué año grabó los discos de pizarra ni recuerda haber sido gratificado por las grabaciones. Fue acompañado por el guitarrista “El Ecijano”, no nombre José Triano (precisamente así viene constatado en uno de los carteles).
Antonio “Niño Salas” fue saetero gracias a El Niño de Gloria, que le animó a cantar debido a su bonita voz y con fuerza para poder cantar saetas. Desde que se lo dijo se dedicó a la saeta, entre otros muchos estilos que dominaba a las mil maravillas.
También cantó con el Goro de Triana, gran reconocido en el mundo de la saeta sevillana.
Finalmente El Niño Salas falleció poco después de su homenaje, cuando rondaba los noventa años, precisamente sobre 1995, año y fecha que no han podido ser constatadas. Será recordado por un ser un cantaor de voz dulce agradable, rápida, de tenor y con muchos recursos vocales para la interpretación de su arte.
Biografía extraída de una entrevista efectuada por Manuel Cerrejón, redactada por Pedro Moral.
Discografía
CON LA GUITARRA DE EL ECIJANO
A 4.201 Milongas “A pie de la Virgen”
A 4.201 Soleares “A la que tanto he querido”
A 4.215 Colombiana “A tu cuerpo pegaíta”
A 4.215 Fandangos “Hasta el sueño me quebranta”
A 4.227 Seguiriyas “Contemplarme a mi mare”
A 4.227 Guajiras “Cuba es una tierra hermosa”
A 4.251 Taranta “La cantaba un minero”
A 4.251 ¿? NO LO TENEMOS
Análisis estilístico
COLUMBIA 1943
CON LA GUITARRA DE EL ECIJANO
A 4.201 Milongas “A pie de la Virgen”
En una alegre mañana Niño de la Huerta
Como un trono soberano Niño de la Huerta
Y una mocita trianera Niño de la Huerta
Dile a que tanto has llorao (Fandango)
A 4.201 Soleares “A la que tanto he querido”
A la que tanto he querío El Mellizo 1
(Una) rosa que has besao El Mellizo 1
No sigas ese camino El Mellizo 2
A 4.215 Colombiana “A tu cuerpo pegaíta”
A tu cuerpo pegaíta Marchena
La pampa atravieso, niña Marchena
Me gusta el mate pampero Marchena
Pero más me gustas, niña Marchena
A 4.215 Fandangos “Hasta el sueño me quebranta”
Y hasta el sueño me quebranta La Parrala
Que era el lujo y el dinero Carbonerillo
A 4.227 Seguiriyas “Conformarme a mi mare”
Conformarme a mi mare Marrurro
Estoy derramando más lágrimas Curro Durse 2
A 4.227 Guajiras “Cuba es una tierra hermosa”
Cuba es una tierra hermosa Marchena
A 4.251 Taranta “La cantaba un minero”
La cantaba un minero Marchena
A 4.251 ¿? NO LO TENEMOS
Palos Grabados (A-Z)
“A tu cuerpo pegaíta” es el título de la colombiana que grabó El Niño Salas, cuyo referente, una vez más, es el propio Niño de Marchena, su ídolo.
Por fandangos, al menos que sepamos, tiene una cara de disco, que engloba dos letras con estilos muy similares que van a caballo entre Dolores La Parrala “Fui al nío y la cogí” y Carbonerillo “Ni querer que no se acabe”, sin embargo el cantaor que nos ocupa se inclina por un ejecución corta, directa al alma de todos los aficionados que puedan disfrutar su arte.
Como hemos apuntado en numerosas ocasiones, muchos de los cantaores de la época desde la mal llamada Ópera Flamenca, por fines comerciales, se han decantado por un estilo por milongas que es culminado por un fandango, normalmente de Huelva a ritmo y a compás. El mayor precursor de esta iniciativa fue El Niño de la Huerta.
“Conformarme a mi mare” es una precioso seguiriya que lleva la línea de Manuel Vallejo “La Pastora Divina”, por lo que siguiendo el patrón, nos atreveríamos a vaticinar que se trata de una seguiriya de El Marrurro. La segunda letra es la clásica asociada a Curro Durse popularizada por artistas como Manuel Vallejo “Están tocando a misa”, Carbonerillo “Con esos dientes blancos” o el propio Niño de Marchena “Y yo he derramao más lágrimas”.
Por soleares, nuestro homenajeado recurre a la escuela de Cádiz, representada por el gran cantaor y máximo influyente: Enrique El Mellizo. Las dos primeras letras mantienen el estilo clásico muy cantado y divulgado por cantaores coetáneos “A la mare de mi alma, lo que la camelo yo” y la tercera letra es un estilo del Mellizo valiente, vibrante, ligado y perfectamente ejecutado por el grandioso y desconocido cantaor para la afición, con la letra “No sigas ese camino”
“La cantaba un minero” es una taranta clásica popularizada por El Niño de Marchena, precisamente, su ídolo según hace saber en una entrevista que tuvo origen en su propio homenaje allá por el año 1993.