Niño de Vélez

CON LA GUITARRA DE EUGENIO GONZALEZ

V 9.343 C 6.424 Caleta y limonar (F González)
V 9.343 C 6.425 Fandangos (F González)
V 9.357 C 6.426 Media granadina “Viva la Alhambra moruna”
V 9.357 C 6.427 Fandangos “Eres una rosa de pasión”

CON LA GUITARRA DE PEPE DE BADAJOZ

R 18.586 C 10.077 Malagueñas “La vía” (J Beltrán)
R 18.586 C 10.078 Alegrías “Alegrías veleñas” (J Pena)

Cómo no, pasamos al estilo estrella de la época de los discos de pizarra, desde finales de 1920 (Ópera Flamenca) hasta la transición hacia la época del vinilo: el fandango.
El Niño de Vélez graba unos fandangos atribuidos a Manuel Vallejo “No debe tener perdón”; a Niño de Marchena “A beber” que nos recuerda levemente a “Malherío” que dejara grabado el astro sevillano con la guitarra de Ramón Montoya.
Por otra parte El Niño de Vélez grabó un precioso fandango “Por las montañas y los ríos” que va a caballo entre los aires de Cepero, Pena Hijo y Vallejo, que le otorga de limpieza, claridad y mucha fuerza en su interpretación.
Por último, hallamos varios fandangos que podríamos decir que, pese a notar alguna infuencia de Canalejas de Puerto Real y Niño de la Calzada, podríamos aventurarnos que se trata de fandangos de creación personal: “Que si conocía a su pare”, donde el artista malagueña hace gala de técnica vocal y capacidad para mecer el cante desde extremos de tesitura vocal altísimos a los más bajos, sobre todo en el ocaso del cante grabado.

Si por algo brilló El Niño de Vélez fue precisamente por este estilo, al que, precisamente se le atribuye la creación de una malagueña personal, para muchos de las últimas creaciones contrastadas dentro de la historia del cante flamenco: “Caleta y Limonar”, con claras influencias de la cantaora legendaria y malagueña “La Trini”. Afortunadamente la dejó grabada para deleite de la afición.
Por otra parte, hallamos otra grabación por este estilo por malagueñas, atribuida a El Canario “Porque maldice el dinero”, interpretada magistralmente y con un dominio absoluto de la voz, muy especialmente en sus bajos.

“La que tanto me quería” y “Y también con su recinto” son las dos letras grabadas por el Niño de Vélez con aires de granadina. En este caso El Niño de Vélez se apoya en la figura de Manuel Vallejo, con su final tan característico y tan difícil de acometerlo.

“Que tú nunca me has querío” “De pieras fortalecío” son las dos letras grabadas por el Niño de Vélez de un verdial lucentino, para otros considerado como fandango de Lucena de origen desconocido pero popularizado por cantaores de la talla de Angelillo, Vallejo, Niño del Museo, Paco El Americano, entre otros. “Ha visitarte he venío, Virgencita o Mare mía de Araceli” es una de las letras más recordadas por este estilo.