Niño de Lucena
Cuando decidimos emprender este apasionante viaje que nos deriva hacia la justicia por los cantaores olvidados por la afición y el tiempo, supimos en todo momento que se podrían dar casos como este artista. Siempre hemos dado por hecho de que se trataba de Manuel Porras Reyes. La foto que es compartida fue cedida por un coleccionista y amigo, ya tristemente desaparecido, Pepe Claros, de Málaga. En ella reza ese nombre en concreto en unión de una fecha, concretamente la de 1925. Hasta ahí todo bien… pero, investigando, gracias a los archivos aportados del enorme investigador Ortiz Nuevo, nos encontramos con otro artista de igual nombre artístico: Niño de Lucena, que responde al nombre de José Arroyo, incluso en algunos carteles se presentaba como José Arroyo Lucena. ¿Y ahora qué? Queridos aficionados, no podemos precisar la identidad de este cantaor, el que grabó tres discos de pizarra como tres joyas acompañado a la guitarra por el mítico Miguel Borrull Hijo.
Ojalá podamos esclarecer la identidad de este misterioso cantaor, ojalá aparezcan datos y fotos dignas de ser compartidas para la Humanidad. Ojalá alguien nos compartiera los dos cantes que no hemos podido compartir por y para la Humanidad.
Es un cantaor que no deja indiferente a nadie por su calidad vocal y dominio depuradísimo de una técnica que le permitía una fonación con una perfecta afinación hasta límites fuera de la común, todo, dotado con una voz privilegiada, natural, rápida, dulce, aguda pero bien templada.

Manuel Porras Reyes
“Niño de Lucena”
Discografía
CON LA GUITARRA DE MIGUEL BORRULL
B 25.533 76.5xx Fandanguillos “Una palomita herida” “Las comparo con el fuego”
B 25.533 76.5xx Malagueña “En la ciencia y en los libros”
B 25.534 76.644 Fandanguillos “Que estaba loca de verdad” “Aunque te ampare la suerte”
B 25.534 76.655 Media granadina “A una mujer sin sentido”
B 25.593 76.5xx Fandanguillos
B 25.593 76.5xx Media granadina
Análisis estilístico
PARLOPHON
CON LA GUITARRA DE MIGUEL BORRULL
B 25.533 76.5xx Fandanguillos “Una palomita herida” “Las comparo con el fuego”
A una palomita hería Marchena
Yo la comparo con el fuego Marchena-Cepero
B 25.533 76.5xx Malagueña “En la ciencia y en los libros”
En la calle me la encuentro La Trini
B 25.534 76.644 Fandanguillos “Que estaba loca de verdad” “Aunque te ampare la suerte)
Que estaba loca de verdad Cepero
Aunque te ampare la suerte Marchena-Cepero
B 25.534 76.655 Media granadina “A una mujer sin sentido”
A un mujer si sentío Vallejo
B 25.593 76.5xx Fandanguillos
B 25.593 76.5xx Media granadina
Palos Grabados (A-Z)
“A una palomita hería” es un bello fandango que tiene aires de Rafael Pareja, pero que apreciamos una clara influencia de El Niño de Marchena, pero terminar siendo rematada con el clásico final de la época de la mal llamada “Ópera flamenca” propia de Manuel Vallejo, Pena Hijo, Centeno, Sevillanito, Perosanz, Trinitaria, etc.
“Estaba loca de verdad” es un fandango con aires de Pena Hijo y por tanto de Cepero, aunque más notorios en el primero.
En “Las comparo con el fuego” y “Aunque te ampare la suerte” ambas se aprecian líneas melódicas idénticas. Las suele interpretar este artista como colofón final de su fandango. En este estilo vemos influencias evidentes de José Cepero “El Poeta del Cante” pero engrandecido con el final ya comentado anteriormente.
Tiene otro fandango grabado pero por desgracia no podemos precisar ni la letra ni el estilo, al no poder contar con la grabación.
“A una mujer sin sentío” es una letra grabada por El Niño de Marchena y Niño Fanegas, entre otros, no obstante; en esta ocasión el cantaor se apoya en las bases musicales de Manuel Vallejo con un final efectista e interminable no apto para cualquier garganta.
“En la ciencia y en los libros”, cuya letra inicial es “En la calle me la encuentro”, es una espectacular versión de la malagueña de la Trini con un final similar al de Juan Breva o de Frasquito Yerbabuena. Hemos de reconocer la valía de esta grabación pues muy pocos cantaores de los años 1920-1930 se prodigaron en la interpretación de este difícil estilo, salvo, casos aislados como El Chato de Las Ventas que precisamente recreó un estilo de la misma para dar origen a un estilo de creación propia. Su salida le sirve como temple presagio de lo que realmente le espera al aficionado al escuchar a este genial cantaor.
Tiene otra malagueña grabada de la que no podemos precisar ni la letra ni el estilo, al no poder contar con ella. Con ese deseo vivimos.